A ochenta años de su fundación, el Aeroclub Lincoln se erige como un faro de la aviación en Argentina, con una trayectoria que combina la rica historia con una vibrante proyección hacia el futuro. Desde sus inicios, esta institución ha sido un pilar fundamental en la formación de pilotos y en la promoción de la cultura aeronáutica en la región.
Un Vuelo de ocho décadas.
Fundado en la década de 1940, el Aeroclub Lincoln nació con el espíritu pionero que caracterizaba a la aviación de la época. A lo largo de sus ocho décadas, ha sido testigo de la evolución tecnológica y ha sabido adaptarse a los cambios, manteniendo siempre su compromiso con la seguridad y la excelencia en la instrucción. Sus pistas y hangares han visto despegar a incontables aeronaves y a generaciones de aviadores que, con disciplina y pasión, han llevado el nombre de Lincoln por los cielos argentinos. La institución no solo ha formado pilotos civiles, sino que también ha contribuido a la aviación deportiva y de fomento, consolidándose como un referente en el ámbito aeronáutico nacional.
Semillero de nuevos talentos.
En los últimos años, el Aeroclub Lincoln ha mantenido su prolífica actividad formativa, atrayendo a jóvenes entusiastas que sueñan con volar. Es destacable la reciente graduación de nuevos pilotos, tanto hombres como mujeres, que han completado su instrucción bajo la guía de experimentados instructores. Estos nuevos aviadores son el testimonio vivo del compromiso del club con la renovación y la continuidad de la pasión por la aviación. La rigurosidad de su programa de formación y la dedicación de su cuerpo de instructores aseguran que cada egresado esté preparado para enfrentar los desafíos del espacio aéreo con profesionalismo y responsabilidad.
Las futuras generaciones al mando.
Uno de los aspectos más alentadores de la actualidad del Aeroclub Lincoln es la activa participación de los más jóvenes en las actividades de la institución. Lejos de ser un espacio exclusivo para pilotos experimentados, el club ha sabido integrar a niños y adolescentes a través de jornadas de puertas abiertas, charlas informativas y vuelos de bautismo. Esta interacción temprana con el mundo de la aviación no solo siembra la vocación, sino que también inculca valores como el trabajo en equipo, la disciplina y el respeto por las normas. Los talleres de aeromodelismo, las visitas guiadas a las instalaciones y la posibilidad de compartir experiencias con pilotos formados, son solo algunas de las iniciativas que demuestran el compromiso del Aeroclub Lincoln con las futuras generaciones de aviadores.
En sus jóvenes 80 años, el Aeroclub Lincoln no solo celebra una rica historia, sino que también mira hacia adelante con la certeza de que su legado continuará inspirando y formando a los aviadores del mañana. Es un claro ejemplo de cómo la pasión por volar puede trascender el tiempo, uniendo a generaciones en un mismo cielo.











