El Consejo Directivo de CADEA celebra la habilitación de una oficina para CADEA en el edificio de las Federaciones, gracias a un aporte económico de la Administración Nacional de Aviación Civil.
Al quedar sin sostén económico las organizaciones de la aviación deportiva a raíz de la suspensión de la Cuenta Especial para la Aviación Civil y Deportiva desde 1989, la CADEA dejó de funcionar hasta que en 1992 los representantes de las federaciones decidieron reorganizarla y reincorporarse a la Federación Aeronáutica Internacional (FAI). La CADEA no tenía oficina propia y dificultaba sus actividades.
La ANAC en el presente año, dentro de su apretado presupuesto, ha estado atento a necesidades primarias de los aeroclubes y sus organizaciones. No es un esfuerzo menor la entrega de las 35 cisternas móviles para los aeroclubes, que se concretó bajo la supervision de CADEA, y las federaciones de Aeroclubes y Vuelo a Vela, como parte de un programa orientado a la seguridad operacional. La licitación de diez aeronaves para instrucción para los clubes, Cursos de capacitación de instructores, y una serie de facilidades que apuntan a mantener una mutua colaboración de la ANAC con las federaciones que agrupan a los aeroclubes con motor, sin motor, paracaidismo, vuelo libre, aeromodelismo, aeróstatos, y aviación experimental, el aporte para la Cuota de la Federación Aeronáutica Internacional (FAI) son parte de esa gestión.
A principios de año la Federación de Aeroclubes mostraba con satisfacción la remnodelación de su oficina en Anchorena, y hoy lo hace la CADEA que “funcionaba” en el domicilio de su presidente desde hace diecisiete años. No es un aporte menor.
